No le doy más vueltas porque no puedo. Te quiero por todo lo que eres. Adoro tus gestos y cada centímetro de tu piel, adoro que te guste mi espalda. Amo que pases tu dedo por mi cuerpo y me produzcas escalofríos exagerados. Te quiero en el momento que te ofendes y me das la espalda esperando besos que sabes que, tarde o temprano, llegarán. Aunque pienses que no, me encanta que me muerdas el labio inferior al besarme y el tacto suave de tus manos sobre mi pelo. Amo tu voz y tu sonrisa.

Podría pasarme perfectamente un día contigo. Mirándote, abrazándote. Simplemente estar contigo. Dormir contigo, en el sentido más inocente de la frase.